Friday, July 18, 2014

Una confesión

Esta noche no he dormido. Tenía tantos remordimientos de conciencia que daba vueltas y vueltas hasta que incluso los gatos han salido de la cama a buscar un sitio más tranquilo. Es que os tengo que confesar una cosa. Hay un cierto honor en decir la verdad después de decir una mentira, pero si la mentira es gorda como la mía, sólo vosotros podéis juzgar cuál debe ser mi castigo. Y tampoco me puedo refugiar en el hecho de que nadie que os haya intentado engañar venga a confesarse después. No lo hará, pero eso no me salva a mí.

Es muy difícil esto. Va, a sentarse, que es muy fuerte. Los unicornios, bien, os lo digo puro y duro: los unicornios no existen. Sí, es verdad: no hay, no ha habido nunca y no habrá nunca unicornios. Son ficticios. Puedo colgar un sinfin de fotos de unicornios y explicaros durante mucho rato sus virtudes. Incluso hay gente que jura haberlos visto, gente con mucho prestigio, muy creíble, que ha demostrado cierto rigor en el asunto. Pero la triste verdad es que la belleza única de los unicornios no ha pisado nunca este mundo y menos un sitio como este donde son uniformemente odiados, manipulados y tergiversados.

No puedo ni defenderme explicando que queria una audiencia con el Sr. Rajoy, que se ve que no es tan díficil conseguirla juntando cuatro firmas (y nosotros ya somos más de 100!) De hecho, ha sido interesante ver lo fácil que es hacer que la gente firme los manifiestos. No cuesta mucho!

Supongo que lo peor de todo es que me lo quería creer yo misma. Los unicornios son muy bonitos y sería muy guay tener un estado de unicornios. Te lo imaginas? Estatuas súper guapas, competiciones de justas muy emocionantes, princesas muy contentas. Quizá los catalanes se quedarían en un estado con unicornios. En fin. Lo siento, me perdonáis?

Dos pequeñas recomendaciones: no creáis a cada tuitero que venga por aquí con promesas fantásticas. Sed un poco más crítcos, vale? Habéis firmado muchos. Hay que leer bien las declaraciones a favor de esto u otro. Puede ser que tú hayas firmado porque has visto la firma de algún periodista que admiras, que incluso puede señalar el periódico donde ha demostrado su soporte al derecho de decidir. Pero lo que cuenta es lo que dice la declaración, y si te venden unicornios, pues unicornios tendrás.



P.D. Otra confesión. Mi castellano no es nativo, e incluso está un poco oxidado. Si encuentras errores, pásamelos, que siempre me gusta aprender. Y si me has entendido sin que mi castellano sea perfecto, pues, es un testimonio al esfuerzo compartido, y te lo agradezco. Me puedes corregir, contestar o ignorar en Twitter.

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